martes, 22 de septiembre de 2009

Juanes y los milagros

Juanes abraza al cubano que trepó al escenario mientras él y Bosé
cantaban: “Dame una isla en el medio del mar/ llámala Libertad”


La tarde del domingo el cantante colombiano Juanes reunió a un grupo de colegas suyos en un concierto titulado “Paz sin Fronteras” que abarrotó la Plaza de la Revolución de La Habana. Aquello parecía un milagro: aparte del millón de compatriotas que desbordaron la antigua plaza cívica de Paseo y Rancho Boyeros, una cifra similar estábamos pegados a los televisores y computadoras desde cualquier rincón del mundo. Ni qué decir de los isleños, a quienes se lo recetaron como una mesa redonda cualquiera en cadena nacional. Incluso quienes se manifestaban en el corazón de la Pequeña Habana en contra del concierto estaban pendientes del suceso. Cosa inusitada: (casi) todos los cubanos, simpatizantes y detractores por igual, unidos en un mismo momento y por una misma razón.
También les hizo el milagro Juanes, dicho sea de paso, a las cadenas televisivas hispanas que transmitieron en vivo para Estados Unidos —y después dicen que hay bloqueo…—, a los portales de noticias de internet y a los programas de espectáculos que vieron elevarse sus récords de audiencia como por arte de magia a niveles pocas veces logrados.
A los cubanos —niños de isla, al fin y al cabo— nos encantan los heraldos forasteros. Gente que llega sonriente desde lejos, con su ropita nueva y blanquísima, a contarnos cómo es el mundo y cómo nos ven desde allá afuera; gente que viene a hacer de profeta en tierra ajena, a hablar por nosotros, a conseguirnos lo que no podemos, a emprender con altruismo, con valentía y a veces hasta con un poco de lástima, una lucha que no les corresponde precisamente a ellos.
Hace días, en una de esas discusiones bizantinas que se producen a propósito de la idea mundializada de lo bien que vive el pueblo cubano porque tiene educación y salud pública gratuitas (como si no existieran en todos los países sistemas subsidiados para ofrecer esos mismos servicios), el debate se fue radicalizando, como siempre, hasta que el extranjero en cuestión, que nunca ha ido a la isla ni conoce personalmente a ningún cubano, completamente seguro de “matarnos” con el as que se sacaba de la manga, hizo la siguiente afirmación: “Un pueblo decidido a liberarse se libera; a un pueblo en lucha no hay nada que lo pueda vencer; si fuera tan despiadado ese ‘régimen’ que ustedes dicen, el pueblo ya lo hubiera vencido”.
Eso pensé también durante años sin poderme explicar el aguante y pasividad de mi pueblo, hasta que hace un par de meses, escuchando el relato de una víctima de violencia familiar, mi percepción cambió. Contaba aquella mujer que cuando su marido iba a pegarle, conocedor de la mecánica que antecedía a tales sucesos, su hijo subía el volumen de la consola de juegos y parecía concentrarse más en las acciones de la pantalla. Era su mecanismo de defensa para no escuchar los golpes y las ofensas de su padre ni los gritos de una madre a la que no podría defender. Cuando el hombre se encerraba con ese mismo hijo en la habitación a amenazarlo, a humillarlo, posiblemente a violarlo, la madre y la hermana se abrazaban, también indefensas, en el cuarto del fondo.
Fue entonces cuando lo comprendí: el pueblo cubano es un niño maltratado que ha crecido viendo a su padre aplastar implacable e impíamente a la mamá; amenazado y castigado al más mínimo gesto de protesta; expulsado del seno familiar, aislado e incomunicado si insiste en rebeldías. Ese pueblo que a otros les parece tan simpático y bailador, tan alegre y dicharachero, es realmente un pueblo muerto de miedo que cree, como las familias víctimas de violencia, que en el silencio y la obediencia está la única posibilidad de sobrevivir.
Un pueblo victimizado y autovictimizado, castrado y autocastrado —¡qué palabra tan apropiada para el caso!— que aprende a ocultar sus verdaderos sentimientos y hace de la doble moral su lema. Y se acostumbra desde la cuna a leer entre líneas y a hablar en clave. Así, cuando Olga Tañón abrió el concierto del domingo cantando Bandolero, que empieza diciendo “Hay que tener cuida’o con ese tipo” y advierte “Todo el mundo conoce quién tú eres”, media Cuba relacionó la canción con Quién Tú Sabes y de inmediato se produjo la “conexión” que hizo de esa tarde lo que fue.

Malo, descarado, bandolero, brujo,
to’ lo malo tú lo tienes […]
Paga, paga caro lo que hiciste
y siente las heridas que me diste.

Todos tenemos un juicio final.


A Olguita no le bastó. Le transmitió a una muchacha cubana los saludos que le mandaba desde Miami su padre, que no la ve desde hace veinte años —ya se sabe por qué y gracias a quién— y dejó claro, desde el principio, uno de los eslóganes del concierto, frase de una canción de Juanes: It’s time to change.
Todo eso, que a cualquiera en el mundo le puede parecer normal, sin mayor trascendencia, frases inocuas de un concierto de pop, para los cubanos —de allí y de acá— eran claves, dardos clavándose en el monigote del presidente y en el sarcófago de su hermano. Así, interpretamos tal vez mucho más de lo que querían decir y no fue difícil hallar connotaciones distintas a la explícita cuando Víctor Manuel cantó “Cómo olvidarnos de las familias rotas” o cuando Bosé habló de diálogo, dijo que la paz es el primer derecho de todo ser humano y escogió “Partisano”, la canción de ese héroe que se cuestiona la guerra y las “causas de un poder absurdo” del que desertará aunque se le considere cobarde y traidor. O cuando Juanes dedicó uno de sus temas a “todos los que están privados de libertad” y mencionó a algunos de los ausentes en el concierto, como Los Aldeanos o Silvito El Libre, cuyos videos, dos de ellos, les linkeo aquí para que quienes no lo saben se hagan más o menos una idea de lo felices y libres que viven actualmente los cubanos en la isla.
De tal modo, el concierto fue, como lo predijimos, absolutamente político. De punta a cabo. Cómo no iba a serlo si se pidió cambiar el odio por amor, si se clamó por la unidad de la familia cubana y en nuestro caso, el odio y la separación han sido fomentados desde la política. Cómo no iba a serlo si en esa plaza donde durante cincuenta años se ha convocado a la guerra, a la venganza, al abuso, ahora se levantaron las voces del arte por la paz y la solidaridad. Cómo, si en medio del paroxismo Juanes empezó a gritar, como poseído, como quien sabe que está desafiando [ya vimos hoy el video de Bosé diciendo que suspenderían el concierto si los seguían presionando con exigencias absurdas]: “¡Una sola familia cubana! ¡Una sola familia cubana! ¡Una sola familia cubana!”… y no se refería a la familia Castro.
Como decía antier Camilo Venegas, la fiesta ya se acabó. Ahora, al decir de Serrat, “vuelve el rico a su riqueza,/ vuelve el pobre a su pobreza”… Muchos afirman que en Cuba todo seguirá igual porque nada pasó cuando fue el papa. Y nada pasará si no lo hacemos los cubanos. Hay cosas que nos corresponden a nosotros, no a los visitantes, por mucha buena voluntad que tengan. Por ejemplo, gritar libertad y pedir la de los presos políticos. Por ejemplo, decirle al gobierno “ya no aguantamos más”, como lo están haciendo raperos y hiphoperos.
Lo del domingo es parte de la historia; lo que pase hoy y mañana está en nuestras manos. En nuestras gargantas. En nuestros magullados cojones nacionales. No esperemos a que otros lo hagan por nosotros. Si él se ocupó durante medio siglo del “divide y vencerás”, sólo a nosotros nos corresponde el “en la unión está la fuerza”. Ojalá aprendiéramos, de una vez por todas, que ningún gobierno puede callarnos si no queremos. Parafraseando a Niurkita, que el miedo no nos siga corroyendo las ganas de ser libres.
Cualquiera que me conozca medianamente sabe que no doy un kilo —o sea, un centavo— por las canciones de Juanes; es muy mal letrista y eso a mí, como poeta, puede desquiciarme. Pero a Juan Esteban Aristizábal le extiendo la mano: gracias, muchacho, por la ayuda. Pero nadie de afuera nos hará milagros: lo demás nos tocará a nosotros.

29 comentarios:

María José Mures dijo...

Querida Odette, llevas razón en que nadie de fuera va a cambiar un país, pero el que hayan actuado gente de fuera es para ver que el Mundo ve esa misma realidad que vosotros estais pasando y que no estais solos. (digo yo).Recibe un abrazo desde Puertollano, España.

Martin (el Santiaguero) dijo...

He leido con detenimiento lo que has escrito y lo que han escrito otros bloqueros y comentaristas sobre el concierto en la Habana. Me sumo a tu opinion. Y permiteme comentar que creo tambien, que los cubanos estamos como estamos, pues los mecanismos de control han sido muy eficientes, primero el miedo a ser fusilado o apresado, luego el miedo al exilio sin regreso y sin contacto con la familia, luego el control de lo que comes, donde vives, donde trabajas. Todo esto ha provocado que muchos de nosotros emigraramos antes que enfrentar esa tirania.

Escombros Hablaneros dijo...

No vi el concierto, pero hago mía tus palabras.

Ana Zilma Miranda dijo...

Waooooo
Excelente, yo vi lo mismo que tú, gracias por saber expresarlo tan espectacularmente

Vero dijo...

Odette, coincido contigo hasta en los matices,y eso es mucha coincidencia.
Me encantó estar hoy en el parque, calmada, sin las emociones revueltas del domingo, leyendo en mi banco "Juanes y los milagros"

Mabel Cuesta dijo...

excelente entrada y observacion sobre este macro fenomeno socio-cultural... seria bueno verlo como eso y nada mas; pero no se puede y esta muy bien de que asi sea.
gratitud y amor para ti, odettica!

I. Hernández dijo...

Me resulta un texto excelente, una palabra me choca, pero no es el estilo lo que importa, sino la audacia y la veracidad con que reflexiona en relación a ese concierto. Quedo totalmente de acuerdo con lo aquí dicho. El problema es INTERNO.

Nos ayudaron en los 90 las caravanas de los Pastores por la Paz, y qué? Ahora hubo un concierto por la Paz. Y mañana qué tendremos? un pan al día?

El que vive fuera de la isla, es decir, el que no es cubano, ve el problema desde otra óptica, y muchos de ellos no saben cuánto le cuesta a un cubano que vive en el extranjero viajar a su Cuba. No lo saben. Como tampoco saben de la carestía, y la desesperanza que cunde a las familias que allí habitan. Cientos de lagunas quedan entre la verdad y la apariencia, que siempre engaña.

ABRAZOS MERECIDOS ,
ih

Quevedo dijo...

Desde mi punto de vista ¡Brillante!, contundente... te comento que me acabo de enterar de esos detalles del concierto por tí, no lo vi, estaba fuera de mi circuito, en sociales, y cuando llegué ya había terminado.
Besos
Queve

Antonio Desquirón Oliva dijo...

el hecho del concierto fue importante. esas cosas sí sirven. yo tanpoco soy fan de juanes ni de ninguno de ellos, pero percibí cierta distensión, cierto respiro. ojalá esto se repita pero con cubanos de la isla, Állá

LA REDACCIÓN dijo...

Excelente analogía, querida Odettica; en efecto, una mujer inmersa en una situación de violencia en casa puede escuchar una vez y otra que eso de los gritos y los golpes no está bien ni debe aguantarlo, pero nada hace si no surge de sus entrañas, de sus deseos, de su autorización para levantar la voz y decir: "Hasta aquí".
Leticia Vaninna.

jtg dijo...

Bueno, amiga, tu texto de hoy creo que fuga en una dirección algo romántica. ¿Ciertamente ese concierto puede tener alguna trascendencia? No te critico, no, te comprendo perfectamente: la patria en sí misma es ya una categoría romántica, y nosotros, condenados a ser casi apátridas desde el punto de vista legal por obra y gracia de ese cabrón, somos muy susceptibles a cualquier estímulo que nos venga en esa dirección. Pero, ¿ciertamente hay algún ejemplo en la historia reciente de un concierto de música popular que haya trascendido significativamente su cometido? Ni siquiera aquel festival de Woodstock, con artistas de primerísima calidad y con toda la parafernalia del marketing anglosajón detrás, pasó de ser un hito musical, resultando un descalabro en cuanto a todas sus pretensiones anexas. Este chico, Juanes, puede tener mejores o peores intenciones, pero realmente es un cantante popular, digo yo, malísimo, que debiera leer un poco más para ajustar su verbo a la dimensión que pretende darle a su obra. Más valor artístico (literario y musical) tienen otros que lo acompañaron, e incluso, puede que compartan sus ¿buenas? intenciones; pero ni mil como ellos pueden hacer que un concierto como ése adquiera per se dimensiones extramusicales. Otra cosa sería que desde su periferia, determinados y poderosos agentes con poco artísticas intenciones, decidieran darle al concierto otras alas. Mas ni así. Ya lo han intentado unos y otros, pero verás cómo esa historia se apaga más temprano que tarde en todas las gargantas, y lo que es peor (o mejor) en todas las mentes. Porque al final, lo flojo flojea, y la tensión, cuando es excesivamente romántica, destensa ante el menor indicio de intemperie... Dicho esto, quiero convenir contigo en que nada de lo que debe suceder en Cuba se gestará en las afueras de la isla. Claro que todo puede ayudar, incluso el concierto de Juanes, pero en una medida pequeñísima si se le compara con lo que miden nuestra necesidad y nuestra urgencia. El cambio tiene que gestarse adentro. Seguro. Confieso que no vi ni escuché el concierto. Y no porque busque ocupar mi tiempo en cosas más trascendentes (no me permito esos niveles de pedantería) sino porque no me gusta lo que hace Juanes en el terreno musical, y en los otros terrenos todo se había contaminado demasiado. Me conmovió mucho más el rapero que conocí a través de tu entrada de la semana pasada, que lo que pudiera hacerlo un concierto como ése. Aquel vídeo, ves, de alta calidad en todos los sentidos y muy oportuno, aunque difundido clandestinamente, nos está situando en un escenario mucho más útil que el de Juanes... Oye, te juro que no tengo nada en contra de Juanes, que hasta me parece buena persona; sólo que para meterse en esa camisa, que no tiene once sino muchas más varas, hay que ser mucho más que buena persona. Nada, que hoy tal vez estoy demasiado escéptico, demasiado pesado... Tu texto, como siempre, una delicia. Te abrazo. Jorge

el goty dijo...

por primera vez me encuentro sin palabras, ante las tuyas, debe ser que me cansa mas que ayer la pena por nuestra Itaca, nada hermana, que el milagro esta en cada uno de nosotros, soloque a veces no tenemos ni la mas puñetera idea de como hacerlo realidad. un abrazo

Ildefonso dijo...

Qué gusto leer tus reflexiones acerca de este inusitado concierto masivo en La Habana, al estilo de los recitales de nuestro actual mundo globalizado. Me gustó tu analogía de la violencia familiar aplicada a la sociedad en Cuba. Sólo me gustaría agregar que al igual que en dichos casos de violencia, la víctima a pesar de todo guarda la mínima esperanza de un cambio en la actitud de su agresor. El tran llevado y traído círculo vicioso en que las familias víctimas caen. De acuerdo con tus reflexiones, me parece que es el caso del pueblo cubano. Cayó en un círculo vicioso en el que el papá agresor incurrirá hasta el infinito en la misma conducta.
Pero algo que no puede pasar desapercibido de este hecho, es en sí mismo el acto cultural. Mediante la recuperación y reconstrucción de los actos culturales de un pueblo se pueden crear otro tipo de relaciones sociales, las que con el tiempo recompondrán las estructuras en Cuba. Tal vez te parezca vago mi comentario, pero ten la seguridad de que mientras mejor se recompongan dichas manifestaciones culturales, poco a poco los desastres y desventuras seran vencidas.
Te recuerdo que yo soy de la generación que alguna vez fue calificada como perdida en México. No pertenecimos al 68 y apenas despertábamos a la vida política y social en el 72. Pero cuando marché junto con mis hermanos y amigos mayores, el miedo nos entraba por los pies y subía hasta las orejas. Un abrazo.

Teresa Dovalpage dijo...

Esa comparación con las familias abusadas es genial. ¡Gracias pro tus textos!

Evidencias dijo...

Completamente de acuerdo.

Fue muy lindo también que nos conectaramos por Facebook tantos cubanos que vivimos en lugares tan diferentes y compartieramos paso a paso el concierto con todas esas emociones que tan bien nos cuentas.

Un abrazo.

Lázaro Buría dijo...

Interpretar la importancia de lo que ha sucedido EL DOMINGO, se hace mejor EL MIÉRCOLES, cuando después de despertar preguntamos: ¿Qué hay de desayuno hoy y cómo será este día? Aunque no soy dado a imaginar, no es difícil hacerlo en este caso y saber la respuesta que se darán los protagonistas implicados en eso que han llamado "CONCIERTO POR LA PAZ" (¡insisto en una idea que no es mía: "Las palabras nos gobiernan"!).

Los "famosos", siempre atentos a sus "herramientas de trabajo", pedirán -tras leer "La Carta"-, un "breakfast" que les ayude a la "Revolución por el cuidado de la piel" - de la cual son próceres enblemáticos-, y mientras lo inguieren irán pensando cuál será el escenario de la próxima batalla -Miami, Madrid, Los Angeles, o Tokio, aunque esté lejos, muy lejos-.

Los del "stablishment insular" abrirán sus refrigueradores -donde sólo tienen "lo necesario"- y morderán tostadas con mantequilla que remojarán en café con leche, después de tomar un vasito de jugo de naranja y mientras sueñan con los siguientes "éxitos ideológicos" que les depará "el fin del capitalismo".

Los que estamos "afuera", comeremos lo que nos parece normal -según el perfil dietético de cada cual y el estado de finanzas dentro del cual vivimos-, y dedicaremos unos minutos a pensar en lo que no encontrarán en su mesa (¡en caso de que aún les quede ese objeto en casa!)los parientes y/o amigos que se nos quedaron "Allá Adentro".

Finalmente, los de "Allá Adentro", después de mirar la despensa y comprobar lo que ya saben, "inventarán" su desayuno, que no requiere mucha exigencia porque la temperatura es de 25 grados y con agua y azçucar solamente se contenta el estómago, y volverán a decir: "¿Hasta cuándo Dios mío, hasta cuando?".

Por todo lo anterior, yo creo que lo más importante que ocurrió en ese "Concierto por La Paz", es que se confirmó "El Poder que tienen Dios, Dioses y Diosas" para que, simplemente con "palabras", muchos se sientan felices y contentos, a pesar de esta CONFUSIÓN incomprensible que siento cuando les veo, incluidos los que protestan, o intentan ENTENDER.

LB

Margarita Garcia Alonso dijo...

Me gusta mucho la analogia que haces con las mujeres maltratadas..Odette, ahora que ya esta el tono, que comience la rumba libertaria;

un beso

Anónimo dijo...

El concierto fue un exito!

No era necesario (como muchos les pedian a Juanes) desafiar, promover un desorder social o una revolucion.
Esa accion hubiera logrado un efecto contrario al deseado.
A pesar de la gran presion y criterios adversos al concierto, el "grupo de Juanes" al final gano mas simpatia.
Ver a la periodista Maria Elvira llorando y entregando un ramo de flores a Olga Tanon fue el gesto de reconciliacion mas hermoso que estoy seguro muchos sentimos.
Tu sugiero lo pongas en tu blog, esta en Megatv.
Perdona que siga escribiendo como anonimo pero aun cuando vivo "fuera" y en tu pagina que eres mi amiga, tengo miedo que el gobierno de Cuba me identifique y no pueda seguri disfrutando de mis estancias en Cuba.

Maya dijo...

Odette: me has dejado impresionada con tu parque y lo de juanes.
Dijiste exactamente lo que yo había pensado, sin poder articularlo, algo que me afectó el alma porque para mí, ir a cantar a la Plaza Cívica (dígase revolución) era un acto de decir que la paz radicaba en ellos," los quienes tú sabes"... Fue un día difícil para mí: Mabel y yo en dos orillas, sin poder encontrar un bote que navegara en aguas neutrales.
Nada, pienso como tú.
Y como siempre, continúa el romanticismo acerca de la isla y nosotros los cubanos: somos gentes felices, dicharracheros, bailando lo solucionamos todo, somos los felices... pero todo lo que ves, no es. Asi deberian mostrar los afiches de la isla. El ejemplo que pusiste sobre el abuso familiar, fue genial; asi son los mecanismos de defensa!
Un punto de Luz fue la canción de Bosé: una isla en el medio del
mar... se llama Libertad", ojalá se convierta en nuestro himno.
Tus palabras, mi querida poeta, siempre son banderas.
Un abrazo, tu Maya

Odette Alonso dijo...

Poncho, tu reflexión de renovar las redes culturales para que a través de ellas pueda renovarse y circular, de algún modo, tal vez, el intercambio de todo tipo, las posibilidades de "unión", es una idea fundamental. Fundamental. Toral. Excelente.
¡Gracias!

Anónimo dijo...

muy bien odette, lo has dicho muy bien, sonia

ERC dijo...

Felicidades por tus letras. Te acomaño algunas fotos tomadas en domingo precisamente en el concierto:

http://www.ciudadalfabetos.blogspot.com/

Pitibuchi dijo...

Odette, es increíble que un extranjero se la haya jugado preparando un concierto que fue escuchado por una masa abúlica. Totalmmente de acuerdo contigo: el miedo nos paraliza. La maldita circunstancia del mar nos asfixia. Y como diría Lezama, parafraseándolo: Hay que mirar más allá de lontananza.

Pero a nuestro pueblo todavía no "le cae el veinte"

Anónimo dijo...

Gorda, para mi el mejor momento fue cuando nombro a Silvito El Libre y Aldeanos. Pero hubo muy buenos momentos, aunque se quedaron en el asomo de la puntita. Hubiera preferido que no dijera "Cuba libre, Cuba libre", porque lo dijo tan pa'dentro que solo lo escucho Olga.
Me alegro que pasara el concierto, es bueno siempre una inyeccion; aunque una sola no cure la infeccion, ayuda. Pero mas me gustan tus reflexiones, es genial como de una vez pones luz con esa analogia.
Un abrazo
LaPitu

Nancy Estrada dijo...

De completo acuerdo contigo. El miedo al "coco", el miedo inducido. Y como dice el proverbio arabe: "el miedo corroe las entrañas"...
Pobre Pueblo nuestro!
Un abrazo

Nancy

Anónimo dijo...

Esto vendrá: "Cuando hay muchos hombres sin decoro, hay siempre otros que tienen en sí el decoro de muchos hombres"

Anónimo dijo...

creo es cierto que nadie puede cambiar un pueblo sino es el pueblo mismo, sin embargo, creo que todavia se desconoce lo que realmente sucede con cuba y más que realidad se conocen los mitos, y de alguna manera ese evento sirve para poner a cuba en otra visión. aunque en un lugar como cuba "es peligroso tener la razón cuando el gobieno está equivocado", pero aún así, quizá una nueva revolución es necesaria, eso tú lo debes saber con más precisión que yo.
te mando todo mi apoyo y un abrazo.
jetzabeth

Jorge Bousoño dijo...

CANCIONES IMPRESCINDIBLES DEL CONCIERTO:

25 MIL MENTIRAS – Carlos Varela

Nostradamus nunca tuvo la verdad
ni los Beatles, ni Galileo
Hare Krishna nunca dijo la verdad
ni Jesús, ni Julieta, ni Romeo.

Los poetas nunca escriben la verdad
ni la Biblia, ni los diarios,
los profetas no adivinan la verdad,
ni los pobres, ni los millonarios.

La verdad de la verdad
es que nunca es una
ni la mía, ni la de él, ni la tuya.

La verdad de la verdad
es que no es lo mismo
parecer
que caer en el abismo
de la verdad.

Los maestros nunca enseñan la verdad
ni los reyes ni los Mesías,
los ejércitos no tienen la verdad
ni las leyes ni la astrología.

La verdad de la verdad
es que nunca es una
ni la mía, ni la de él, ni la tuya.

La verdad de la verdad
es que no es lo mismo
parecer
que caer en el abismo
de la verdad,
de la verdad.

-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-

NADA PARTICULAR — dueto JUANES y MIGUEL BOSSÉ

Vuelo herido y no se donde ir
con la rabia cansada de andar
me han pedido que olvide todo, en fin…
Nada particular

Una vida y volver a empezar
no te pido una patria fugaz
dignamente un abrazo, en fin…
Nada particular

Canta y vuela libre como canta la paloma
Canta y vuela libre como canta la paloma

Dame una isla en el medio del mar
llámala libertad
canta fuerte hermano
dime que el viento no, no la hundirá

Que mi historia no traiga dolor
que mis manos trabajen la paz
que si muero me mates de amor…
Nada particular

Canta y vuela libre como canta la paloma,
Nada particular
Canta y vuela libre como canta la paloma,
Nada particular
Canta y vuela libre como canta la paloma,
Nada particular
Canta y vuela libre como canta la paloma,

Dame una isla en el medio del mar,
llámala libertad.
Canta fuerte hermano,
Dime que el viento no, no la hundirá.
llámala libertad.
Canta fuerte hermano,
dame una isla en el medio del mar.
Llámala libertad
Canta fuerte hermano
dime que el viento no, no la hundirá
Llámala libertad.
Canta fuerte hermano,
dame una isla en el medio del mar.
Llámala libertad.
Canta fuerte hermano,
dime que el viento no, no la hundirá
Llámala libertad.
Canta fuerte hermano...

-O-O-O-O-O-O-O-O-O-

ODIO POR AMOR – Juanes

Trabajamos como dos locomotoras a todo vapor
y olvidamos que el amor
es mas fuerte que el dolor
que envenena la razón.

Somos victimas así
de nuestra propia tonta creación
y olvidamos que el amor
es mas fuerte que el dolor
de una llaga en tu interior.

Dos hermanos ya no se deben pelear
es momento de recapacitar
es tiempo de cambiar
it’s time to change
es tiempo de cambiar
it’s time to change
es tiempo de saber pedir perdón
es tiempo de cambiar
en la mente de todos
el odio por amor.

It’s time to change…

Si te pones a pensar
la libertad no tiene propiedad
quiero estar contigo amor,
quiero estar contigo amor,
quiero estar contigo amor…

Si aprendemos a escuchar
quizás podamos juntos caminar
de la mano hasta el final
yo aquí y tu allá
de la mano hasta el final

Dos hermanos ya no se deben pelear
es momento de recapacitar
es tiempo de cambiar
it’s time to change
es tiempo de cambiar
it’s time to change
es tiempo de saber pedir perdón
es tiempo de cambiar
en la mente de todos
el odio por amor.

It’s time to change
es tiempo de cambiar
it’s time to change
el odio por amor
it’s time to change
es tiempo de cambiar
en la mente de todos
el odio por amor.

it’s time to change

Tcpn dijo...

Querida Muchacha Chabacana,

he quedado prendado del pobre Pánfilo y su ya insufrible hipérbole del hambre, síntoma de un continente silenciado, esperemos que en la cárcel ¡¡¡ jama no más jama faltatum est !!! Oye, que voy llegando de un viaje de esos buenos, en los que uno regresa a los pasajes vacíos de la infancia y recorre lugares por los que uno se sucedió hace muchos muchísimos años, la mera verdad es que fue conciliador y me siento muy bien, entre tanto y para seguir con la misiva ciencio.ficcio.sensacionalista déjame contarte brevemente una historia: resulta que platicando con un alguien, éste me comentaba que él es un ferviente seguidor de Dios, y del espíritu absoluto... yo por supuesto como todo buen descarriado atiné a escuchar sus comentarios sobre cómo el entiende esta situación del espíritu, concentrándome en encontrar algún resquicio de donde agarrarme, en este caso en un sentido enternecedor del mito: me contó una historia (a la que no pudo dar referencia concreta alguna, cosa que no importa) de que después de Dolly, por aquellos avatares de las primeras clonaciones de organismos vivos, se había podido clonar a un ser humano, este "ser" padecía por el contrario de no poder abrir los ojos, no hablaba, no hacia nada sino sólo, vivir... el cuate este me comentaba convencido: "lo vez, es el alma, el espíritu le faltaba para ser”… como verás, hay formas muy interesantes de regresar al mito, a propósito alguien sabe algo de esta historia??---- un Beso!

Atte: Muchacho desbalagado.